Silencio de semifusa
Cientos de interrogantes patalean adentro de los dientes
Bebe un dinosaurio la sangre que te inmola
Y no te das por enterada
En mis manos
se enjugan las voces lastimadas de olvido
Y tu voz que parece retornar entre los párpados de un fénix
Casi me lastima el aire
Pero no saben de lágrimas los álamos perdidos
Por eso canto y me desnudo de antiquísimas expresiones
Nada es fácil
Sin embargo
un verbo puede desprenderse de todos los garfios
Que agarrotan su melena
Y despeinar las intenciones hasta que desflore el sentir profano
Y desprestigiar las falsas presunciones de los guardaparques
Ni árboles ni libros
Un soliloquio bicéfalo
Dos lenguas que memorizan suaves
el camino que las regresa de los arcones sangrientos.
ese 2009
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